Cuando viajamos a Punta Arenas, nos recibió una de nuestras primeras novias: la Cathy y estaremos siempre agradecidos de su hospitalidad, ya que gracias a que nos alojó, nos permitió conocer una ciudad preciosa, de bajas temperaturas y de personas muy amables.
Y como había pasado tiempo desde sus fotos de matri, hicimos una sesión familiar, para dejar recuerdo de una ciudad que los acogió como familia y que pronto tendrían que dejar, por traslado laboral.
Aquí una selección de lo bien que lo pasamos juntos, nuestra última tarde por sus tierras.
Punta Arenas – Mayo 2016.